Cuando uno espera y se sienta en esa cima de montaña de ilusión, a aguardar por ese amante ideal que te salve del temor
Pasando las horas dejando que el viento se lleve el pedido de tu corazón y lo alcance en susurros delicados que alarmen su interior
Es como volver al pasado, donde aun crees en ese crítico romance que te saca lágrimas de sentimiento puro
Es querer dejarte sorprender para pensar que existe ese cuento del caballero de la armadura brillante
No es acaso una tremenda puesta en ridículo de tus pensamientos el decirlo…? Aunque lo fuera, es un deseo de mi doncella interior, que aunque lo niegue de los labios, adentro sigue en la espera
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